Un boceto de Roque Vega
PALOS Y
OLAVARRIA
A Cacho
Castellano, por todo lo compartido.
Roque Vega
Andrés, el
murguista, recostado a la puerta del Roma observa las mudas
carcajadas de los mascarones; acariciados por la última luna de carnaval.
Repique de tambores llegan del otro extremo de la madrugada… Ecos de
Juventud Oriente, Los Farristas, vienen de allá, donde coloreadas
bombitas se trasnochan en la lejanía del recuerdo.
Tumulto, risas y aplausos traspasando los bordes de la carnavalera
alegría. Corren los chiquilines detrás de la murga. Brilla El Trapito sobre el
tablado de Palos y Olavarría…
Los pardos ojos del murguista se posan sobre la azul mirada de la princesa
que sonríe entre cantos y aplausos ¡Él sabe que lo espera! ¡Lo prometió!
¡El carnaval será perfecto junto a ella! ¡Solo resta el corso al otro
extremo de Brown!
22
Bailaron, juramentos y promesas. Junto
a la escalera el primer beso. La retuvo contra su pecho. El amanecer los
encontró abrazados. Cuando el escondido amor de conventillo en aquel
lejano carnaval
Dos rayos de luna se
filtran entre los mascarones, que extasiados, siguen la danza de un
puñado de serpentina.
…la murga se
despide…: - ¡Mañana princesa, mañana por la tarde en el Roma!
¡La espera fue inútil! Ahora, la
ausencia se recuesta a la sombra de aquel lejano carnaval!...
¡Ya regreso
princesa! Ella asiente con una sonrisa.
- ¡Ya regreso¡ Desea un eterno carnaval en los brazos de su
princesa! ¡Quiere soñarla cada noche!
¡Estaba allí! ¡Allí junto al tablado!
Agita la mirada, apriete las manos. Se silencia el carnaval al
verla alejarse del brazo de ese hombre.
-¡Princesa! Grita abriéndose paso entre la gente. -¡Princesa!
¡Quiero hundirme en el mágico azul de tu mirada!
El murguista estira los brazos.
Se desvanece la barriera luna, intenta retener la noche...en aquella
carnavalera promesa de conventillo.
Giran en su mente repique de
tambores… Los nenes de Suarez y Caboto, La verdurita, Los linyeras…
La delgada línea del horizonte destiñe
la noche, dando paso al amanecer del miércoles de cenizas murmurando una
historia:
¡Carnaval
en La Boca! ¡Serpentina, agua perfumada, risas y canto!
¡El trapito
sobre el tablado!
¡Ríen los
mascarones cuando la princesa de un amor de conventillo, se acerca al escenario
quitándose el anillo
¡Abriendo los brazos lo llama!
¡Se acerca al murguista! ¡Quiere seguirlo por las veredas del
carnaval! ¡Correr detrás de esta quimera!
23
¡Irse con él! ¡Sabe que es una
locura! ¡Sabe que no puede, no debe hacerlo, pero es más fuerte el deseo de
besarlo olvidando todo! ¡Quiere soñar, al igual que él, la realidad
de aquel amor en el convento! ¡Soñarlo de escenario en
escenario y ella por detrás, sonriendo al saludo del sombrero!
Es madrugada.
Andrés, el murguista, apoyado a la
puerta del Roma, sabe que la esquina del tablado, Palos y Olavarría, es solo un
trasnochado callejón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario